lunes, 25 de julio de 2016

LA MUJER CRUCIFICADA 1954

LA MUJER CRUCIFICADA (Uwasa no onna) 1954

Director: Kenji Mizoguchi


Actores principales:Kinuyo Tanaka, Yoshiko Kuga, Tomoemon Otami.


País: Japón.


He tenido la suerte de encontrar esta película de segunda mano por 1,5 euros y al verla me he convertido automáticamente  en fan del director. No considero nada acertada la sinopsis que he leído en la contra portada del DVD. Da la imagen de culebrón. Cuando es una tragedia, una historia intensa de retrato social.

Luego he leído que el autor tuvo una hermana Geisha y esto influyó en su obra notablemente.


LA TRAMA


Retrato de una casa de Geishas. La dueña tiene una hija educada de forma occidental y que no ve con buenos ojos ese trabajo. El doctor del prostíbulo, incitado por la madre, se acerca a la joven para hacerla olvidar un desengaño amoroso y la madre empieza a sentirse dejada de lado.


OPINANDO SOBRE ELLA


Es una obra maestra que deslumbra por sus planos. El director juega a mostrarnos varios personajes en escena pero con diferentes profundidades, donde uno no es visto, pero nosotros vemos lo que sienten todos. Esto logra una expresión humana increíble. Además, la colocación de la cámara en una posición más elevada o baja no es gratuita, influye directamente en la sensación que sienten los personajes.

A pesar de desarrollarse la historia en un prostíbulo japonés, una temática cruda y escabrosa, no se trata para nada así, la luz no crea apenas sombras ni oscuridades, todo queda como a la luz del día. Nosotros vemos sus consciencias mejor que si tuvieran el cerebro abierto.
Al principio la hija parece que es la protagonista, la cual sufre una evolución muy marcada que nos impacta con intensidad. Aún así, la gran protagonista es la madre, una mujer madura, un personaje que para cualquier actriz es un "bombón" y desearía interpretar. Estos dos personajes podrían caer en el drama por su anhelo de amor.

Nada más lejos de lo que consigue el director, hace un reflejo brutal de la sociedad. Como las mujeres deben luchar en un mundo oriental, donde están sus raíces. Una sociedad machista donde es difícil hacerse respetar. Mujeres que demuestran al final ser mucho más fuertes que algunos hombres. Ellos acaban sorprendiendo por su debilidad, egoísmo e inseguridad. Féminas que luchan sin descanso, ríen y hasta mueren por los suyos. Forman una comunidad de gran fortaleza, en un trabajo que detestan. El doctor, aunque no se muestre claramente, es un "prostituto" a su vez, se vende, pero como es un hombre no le parece ser tan denigrante este hecho. Se muestra ciertamente hipócrita.


No es una historia de amor al uso, es una historia de amor por las raíces, por la vida y la familia. Bellísima.


A resaltar las escenas de teatro japonés, hipnóticas. De una hermosura y equilibrio que los europeos desconocemos. Un control magistral de su cuerpo y expresividad. La he visto con subtítulos pero no han traducido esas partes de teatro y realmente no me ha hecho falta, se intuye y disfruta igual.

Es un placer descubrir pequeños detalles de la vida y cultura japonesa en esta película, no lo exageran, no tratan de "teatralizarlo", simplemente muestran su realidad.

Y por supuesto, la escena de las tijeras, tiene tal tensión que cualquier cosa puede pasar.





Recomiendo ver la película a solas para poder disfrutarla por completo.

El mejor momento es libre de prejuicios, relajada y con ganas de aprender de una cultura diferente.
Para amantes del cine.

Aurora Martell


2 comentarios:

  1. Comparto contigo, Martell, ese guiño último a ver la película en un momento de relax, libre de prejuicio, solo, sola o acompañado/a siempre que se cumpla esa premisa de amar el cine. El séptimo arte a veces queda relegado por la industria, por el mercantilismo, de forma que haya que acudir a un videoclub o a cines muy concretos para paladear pequeñas grandes obras maestras. Quizá más blogs como el tuyo y el propio interés en tropezar con ellos, con los blogs de quienes comentaís películas no muy comerciales, ayuda a ese propósito. Por todo, ánimo y gracías. Luz, más luz, que diria Goethe. Un saludo.

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    1. Muchas gracias, Ginés J. Vera. Hay muchas cosas en esta vida por descubrir, cada vez más al alcance de cualquiera. Y me siento afortunada de seguir teniendo interés de aprender y disfrutar. Entiendo que no puede gustarle ciertas cosas a todo el mundo pero al menos existe la posibilidad y con las condiciones adecuadas es más fácil que se enganchen.
      Un saludo ;)

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